En Minneapolis, la brutalidad de la policía y la lucha de clases

Folleto distribuido por compañeros/as y simpatizantes del IWG en las protestas por el asesinato de George Floyd.

1. Watts en 1965, LA en 1992, Ferguson en 2014. Rodney King, Mike Brown, Sandra Bland, Tamir Rice.

Los eventos en Minneapolis representan otra adición más a un problema histórico y sistémico. Además de sufrir un desempleo al doble de la tasa de sus contrapartes blancas (una cifra constante desde la década de 1950), el proletariado negro se ve atacado desproporcionadamente por la violencia policial, aparentemente sin fin a la vista de la cifra de muertos. Sin embargo, la clase se muestra, de nuevo, combativo en esos momentos terribles. Los trabajadores negros de América, junto con el resto del proletariado solidario, tomaron las calles e hicieron retroceder la represión estatal. En 1965, al igual que en 2020, la policía mata, nada ha cambiado, y la clase responde por desafiar a la orden social corrupta por la que la policía asesina. La lucha continúa.

2. Aunque la clase trabajadora negra se ve afectada desproporcionadamente por la brutalidad policial en los Estados Unidos, su opresión se basa en última instancia en su posición de clase.

George Floyd no es más que uno de los cientos de negros brutalmente asesinados por la policía cada año. Aunque estos actos de violencia institucional están motivados racialmente, es innegable que la fuerza policial existe como una herramienta del Estado para defender los intereses de la burguesía. Si bien es importante destacar la dinámica racial que existe dentro de los diferentes subgrupos de la clase trabajadora, así como las luchas únicas a las que se enfrenta cada grupo, es igualmente importante reconocer nuestros intereses compartidos como trabajadores explotados por la clase capitalista. Los trabajadores que no son negros deben solidarizarse con los trabajadores negros que protestan en Minneapolis y otras ciudades de todo Estados Unidos. Los trabajadores de todas las razas deben organizarse como una clase en su lucha por la liberación, ya que un ataque a una sección de la clase obrera es un ataque contra todos nosotros.

3. "Es el secreto por el cual la clase capitalista mantiene su poder" - Karl Marx, 1870

En cuanto a las ideas racistas y chovinistas dentro de la clase obrera, Marx comentó que "es el secreto por el cual la clase capitalista mantiene su poder". De hecho, ya sea en Inglaterra en 1870, o Estados Unidos en 2020, para los jefes, el racismo es fundamentalmente una táctica de “divide y vencerás”. Tan alegres son los capitalistas cuando sus demagogos reaccionarios llenan los oídos de los trabajadores blancos con ideas chovinistas diciéndoles que se identifiquen con el jefe y el gobierno en lugar de sus compañeros trabajadores. Bajo el lema "último contratado, primero despedido ", la clase obrera negra se encuentra a un grado extremo de precariedad. Mientras tanto, los trabajadores blancos se han visto engañados en la trampa de los jefes. Con una sección de su clase atacada hasta el extremo, ahora buscan empleos en los que los capitalistas pueden ofrecer salarios y condiciones deprimidos.

4. Los negocios son negocios, grandes o pequeños.

Durante el siglo pasado, la pequeña burguesía ha utilizado la idea del "mom and pop" para evocar un sentido de comunidad, que es necesario apoyar, especialmente en tiempos de angustia económica. Las pequeñas empresas siempre han intentado distanciarse de las grandes corporaciones en términos de la explotación en la que participan, al mismo tiempo que aspiran a los ideales burgueses. Las empresas propiedad de minorías representan especialmente el ideal del sueño estadounidense, que representa a los inmigrantes trabajadores que vinieron a Estados Unidos para un nuevo comienzo. Esta exitosa historia de "rags to riches" (de mendigo a millonario) está armada para justificar su explotación de los trabajadores. La violenta respuesta de los dueños de pequeñas empresas durante los disturbios de Minneapolis deja claro el hecho de que la pequeña burguesía siempre sacrificará los trabajadores para defender sus propios intereses de clase. Solamente criticar a la policía mientras se reúne bajo el pretexto de "solidaridad del POC" para apoyar a las empresas propiedad de minorías es un intento de ocultar el corazón de la explotación capitalista. En lugar de esa colaboración de clase, los trabajadores deben organizarse como clase independiente.

5. En las luchas contra la clase capitalista y su estado del pasado, los trabajadores han coordinado huelgas en solidaridad con los movimientos más grandes.

Los conductores de autobuses en Minneapolis se han negado a ayudar a la policía en el transporte de manifestantes arrestados. Los trabajadores de toda la ciudad han comenzado a organizar una resistencia a las medidas violentas adoptadas contra las protestas mediante la suspensión del trabajo. No debe detenerse ahí. Debemos agitar para que las disrupciones del trabajo sigan y resistir todos los esfuerzos del Estado para reprimir violentamente a los manifestantes, no sólo en Minneapolis, sino en todo Estados Unidos. Los trabajadores esenciales, como los de Amazon o Instacart, pueden hacer aún más uso de su poder, llamando a huelgas solidarias con las protestas. En tiempos de intensa crisis, la organización en todas las industrias y sectores subraya el punto fundamental que la clase trabajadora tiene a su alcance el poder de transformar la sociedad.

6. La brutalidad policial sólo puede resolverse mediante la abolición de la policía.

Cuando la policía comete un asesinato descarado, a menudo hay demandas de varias reformas para evitar que los asesinatos continúen. Ya se trate de cámaras corporales, capacitación adicional o supervisión comunitaria, el objetivo es que la policía no aterrorice y asesine a las personas a las que supuestamente "protegen y sirven". El problema con este enfoque es que las fuerzas policiales sólo existen para aterrorizar y asesinar en nombre del capital. La única manera de tener un mundo donde la policía ya no mate a la gente por ser negro es tener un mundo sin capitalismo.

7. La rebelión urbana debe transformarse en revolución mundial.

Si bien es alentador ver sectores de la clase en lucha, la tendencia es que estos disturbios se agotan después de una semana, más o menos, a medida que se restablezca el orden y se reconstruyan las estructuras opresivas. Para de verás desafiar y abolir el poder de los capitalistas y sus mercenarios, lo que se necesita es un Partido internacional y revolucionario de clase. Tal Partido sería una herramienta en manos de la clase trabajadora para organizarse y dirigir su furia acumulada hacia no sólo derribar el estado racista, sino también construir el poder y el comunismo de los trabajadores.

Grupo Internacionalista de Trabajadores y Klasbatalo
(afiliados de la Tendencia Comunista Internacionalista en los EE.UU. y Canadá)

Sunday, June 7, 2020